Sociología



Situación problema

¿Qué tipo de conocimientos pueden intervenir en el análisis de un mismo problema filosófico?

Competencia creativa

Deducción de consecuencias e implicaciones de las distintas respuestas y tratamientos dados desde la filosofía a distintos problemas.


Principales teorías sobre el origen de la sociedad y del Estado

Cuando hablamos de legitimidad del gobierno, nos referimos a la condición de aceptable que tiene su autoridad a los ojos de los ciudadanos. Y, si bien es cierto que cada individuo o sector de la sociedad puede tener una medida distinta para evaluar la legitimidad de un gobierno, también es verdad que las sociedades democráticas se definen precisamente por compartir la idea de que la condición necesaria para calificar de legítimo a un gobierno es que éste tenga su origen mediato o inmediato en unas elecciones libres y competitivas. Pero esta idea básica está lejos de ser compartida universalmente. Hay grupos que rechazan los procedimientos legales para tratar de llegar al. gobierno y optan por la lucha armada, que consideran más legítima que las elecciones. -Hay otros que pretenden alterar el territorio sobre el cual se proyecta la autoridad de su gobierno y reclaman la independencia. Por esto, junto a la legitimidad electoral originaria de los gobiernos democráticos, éstos han de conseguir legitimar el ejercicio mismo de su poder. Obviamente, no frente a quienes niegan la legitimidad originaria y lo rechazan de entrada. Sí, en cambio, frente a la mayoría de los ciudadanos que aceptan la legitimidad democrática, pero que presentan a los poderes públicos múltiples demandas, con frecuencia contradictorias en la medida en que responden a intereses socialmente contrapuestos."

XAVIER ARBÓS y SALVADOR GINER: La gobernabilidad

 

Cuando se habla, en sociología, de "interiorización" como el momento fundamental de la integración del individuo en la sociedad, se dice que ésta se produce cuando el individuo acata y "hace suyas" las normas, usos y costumbres de su grupo. Esta aceptación se puede hacer por el aspecto coercitivo que normalmente va aparejado al cumplimiento de esas normas o instrucciones. Adquiere, sin embargo, un valor particular cuando la aceptación se produce en virtud del reconocimiento de que quien da esas normas o pide su cumplimiento, lo hace "legítimamente"; es decir, cuando reconocemos en él autoridad para hacerlo.

La legitimidad tiene que ver, por tanto, con la capacidad que reconocemos a alguien, persona o grupo, para imponer normas por alguna razón más que por la mera posibilidad de obligar a su cumplimiento o el temor de la sanción o castigo que pueden caernos. Esta legitimidad se plantea de forma problemática, pero de manera absolutamente imprescindible, en el caso de la institución política. Establecer la legitimidad de una autoridad política o determinar Ios criterios en que ésta deba apoyarse ha sido objeto de discusión a lo largo de la historia y ha constituido una parte importante de la reflexión filosófica, de las doctrinas religiosas y, más modernamente, de la ciencia política.

 

Saberes previos

1. Enumera una serie de ventajas y desventajas de la vida en sociedad.
2. ¿Qué es antes: el individuo o la sociedad?
3. Haz una lista de personas e instituciones a las que reconoces alguna autoridad.
4. ¿De qué depende que un gobierno sea legítimo o ilegítimo?
5. ¿Por qué crees que es necesario el Estado?
6. ¿Qué diferencia hay entre Estado y gobierno?

 

TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DE LA SOCIEDAD


Que el ser humano vive en grupos sociales y que depende de ellos de manera fundamental salta a la vista. Ante esto cabe preguntarnos por la raíz misma de este hecho: averiguar si vivimos socialmente porque así lo reclama nuestra constitución natural, o porque así lo hemos decidido por acuerdo, conveniencia o imposición en algún momento. En este sentido podemos distinguir entre las teorías naturalistas de la sociedad y aquellas que defienden el carácter artificial o convencional de las mismas. De este asunto se ha ocupado tradicionalmente la filosofía, que se pregunta quién es antes, si el individuo o la sociedad.

 

LA SOCIABILIDAD NATURAL: ARISTÓTELES

Según ARISTÓTELES, el hecho de que los hombres constituyan sociedad no es, en modo alguno, un capricho ni fruto de una decisión pactada, Si ser humano está configurado de tal manera que, por naturaleza, es un ser social. Solo en la sociedad puede encontrar su suficiencia y llegar a satisfacer todas sus necesidades. Es verdad que físicamente el individuo precede a la "Ciudad-Estado" de tal manera que, en el tiempo, el individuo, la familia o la tribu son anteriores al Estado, pero estas instancias intermedias, también naturales, desembocan en éste al no bastarse a sí mismas para satisfacer las necesidades del ciudadano: la administración, la defensa, el trabajo, la economía, el comercio... Además de esta insuficiencia, por la que afirma la condición social del ser humano, ARISTÓTELES sostiene que la prueba definitiva que demuestra ese destino natural del ser humano está en el hecho del lenguaje: es el único ser que tiene palabra con la que establece lo conveniente y lo justo, y esto sólo se hace en la ciudad. Únicamente por la participación en el Estado, el hombre ejerce su condición de miembro de una comunidad de ciudadanos.

ARISTOTELES no vive el Estado y su soberanía como una limitación para el hombre, Al contrario, en la pertenencia del hombre a la ciudad-Estado encuentra su plenitud, éste se convierte en ciudadano, que es sinónimo de hombre libre que participa en el gobierno de la ciudad y en la administración de la justicia.

 

LA CONVENCIONALIDAD SOCIAL:


HOBBES, LOCKE, ROUSSEAU Y RAWLS


Idea bien distinta de la sociabilidad tienen otros autores. Si ARISTÓTELES subrayó la sociabilidad natural del ser humano, otros autores consideran que la sociedad sólo fue posible gracias a un pacto entre los individuos. Este pacto estaba condicionado desde el primer momento por la resistencia de los hombres a asociarse; si terminaron haciéndolo, fue para evitar otros males mayores. Antecedentes de este convencionalismo social podemos encontrarlos ya en los sofistas (siglo V a.C.; pero, como tal teoría, se desarrolló sobre todo en la época moderna y, particularmente, en los siglos XVII y XVIII. Los autores "contractualistas" más conocidos son T. HOBBES, J. LOCKE y J. J. ROUSSEAU. Los tres autores distinguen entre estado de naturaleza y sociedad civil. Para ellos, la sociedad civil comenzaría tras un pacto, que es entendido de distinta manera por cada uno de ellos.

 

HOBBES

 

El filósofo inglés, THOMAS HOBBES (1588-1679), describe el estado de naturaleza como un estado de guerra permanente, de dominio de los violentos y señorío del egoísmo. Los individuos son iguales por naturaleza, no existe ningún tipo de derecho que ponga límites a sus deseos, por lo que intentan alcanzar todo aquello a lo que les impulsa la tendencia a conseguir lo que les apetece. Esto genera un estado de guerra permanente, situación que refleja la conocida afirmación: "el hombre es un lobo para el hombre".  Fue esta situación la que los llevó al establecimiento de un pacto salvador. Pero la sociedad no nace con un mero pacto de unión o de aceptación de las decisiones que se tomen. Se requiere, además, un pacto de sujeción por el que los individuos renuncien a sus "derechos" y se sometan a una forma particular de gobierno civil. A partir de ese momento, los individuos pierden todos sus derechos naturales y los adquiere, todos sin excepción, el Estado, como único medio de cumplir la finalidad que se le asigna: salvaguardar la seguridad de todos. Se ha visto en esta posición una clara justificación del absolutismo de Estado, que se fundamenta en el principio de que una sociedad funciona mejor cuanta mayor sea la autoridad del gobernante.

 

 LOCKE


JOHN LOCKE (1632-1704), filósofo empirista inglés, parece dar por cierta también la existencia de un estado primitivo natural en el que los hombres eran libres e iguales, dueños y señores de sí, entregados a su autocomplacencia. Pero, a diferencia de HOBBES, afirma que existía una ley natural o derecho primitivo que los llevaba a reconocer a los demás como libres e independientes y a respetar algunos derechos generales, como el derecho a la vida y la propiedad. El Estado nace también como resultado de la voluntad de los individuos, pero éstos no renuncian en ningún momento a reasumir de nuevo el poder político. El Estado tiene la misión de servir a los individuos y procurar su bienestar, sin que pueda enajenar sus bienes sin su consentimiento.

 

El Estado encarna la ley común que evita el peligro del enfrentamiento de todos contra todos, pero no debe olvidar que tiene al origen en la voluntad de los individuos, a la que siempre se mantiene ineludiblemente vinculado y de cuyos votos depende, porque los derechos individuales son inalienables.  La influencia de LOCKE en el pensamiento político moderno ha sido muy importante; se le reconoce una destacada contribución a la formulación de los derechos fundamentales, recogidos en muchas constituciones de los Estados modernos.

 

ROUSSEAU


JEAN JACQUES ROUSSEAU (1712-1778), filósofo francés nacido en Ginebra, vinculado a la Ilustración y crítico de ella, a contrapelo del optimismo de la época concibe el progreso como un alejamiento sin retorno del ideal estado primitivo del ser humano. A medida que acumulamos más conocimientos nuevos, más nos distanciamos de la posibilidad de conocer al hombre natural. ROUSSEAU afirma que lo natural y originario es la insociabilidad; nada había en el hombre primitivo que lo encaminara hacia la constitución de la sociedad. Ni la necesidad de sus semejantes, ni la suya propia. El buen salvaje se bastaba, libre de tendencias agresivas. Pero si es cierto que se movía a impulsos del natural egoísmo, también es verdad que éste iba acompañado del sentimiento de piedad, entendido como comprensión o simpatía, como capacidad de identificarse con quien sufre. Para ROUSSEAU, preocupado continuamente en sus obras por el contraste entre hombre natural y hombre artificial, la sociedad es la causante de todo lo negativo que hay en el ser humano -la desigualdad, la insolidaridad, la violencia-, provocado inicialmente todo ello por la aparición de la propiedad privada. Pero ROUSSEAU también es realista y sabe que el estado de naturaleza* es el paraíso definitivamente perdido, o quizás algo que no se ha dado nunca ni puede darse, y al que ya no puede volver el hombre dotado de razón como está y necesitado de sus semejantes. El estado de naturaleza sólo sirve como construcción teórica para conocer la verdadera estructura del ser humano, lo que hay en él de originario.

 

ROUSSEAU establece los principios generales que todo modelo político debe tener, dibujando el esquema ideal del Estado democrático moderno. El problema fundamental es armonizar libertad, igualdad y poder político, que consiste en "encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca, sin embargo, más que a sí mismo y quede tan libre como antes". La sociedad civil es resultado del pacto social. En este pacto no se cede el poder a ningún soberano, el pueblo todo es el soberano. Esta soberanía se expresa en la voluntad general. La voluntad general es la voluntad del sujeto colectivo, la del ciudadano libre y responsable que siempre pretende el bien común. De esta voluntad dimana la ley que, precisamente por ser expresión de ella, será libremente expresada y respetada y constituye el dinamismo de la sociedad.


El neocontractualismo de J. RAWLS


JOHN RAWLS (1921), en su obra Teoría de la justicia (1971), recurre a una versión actualizada de la teoría del contrato social, como fundamento de la sociedad democrática.
La sociedad supone, por un lado, conflicto constante de intereses y, por el otro, voluntad de mantener unos principios -los "principios de justicia"- que tanto individuos como instituciones públicas aceptan en orden al mantenimiento de la sociedad. Estos principios son resultado, no de un pacto inicial, sino de una situación o posición original, que lo sustituye; supuesta esta situación inicial, cabe imaginar qué principios, respecto de la libertad y la desigualdad humanas, están dispuestos los individuos, libres y racionales, a aceptar para su propio bien. RAWLS concluye afirmando que los individuos escogen dos principios fundamentales: el principio de igualdad, y el principio de diferencia. El primer principio asegura el máximo de libertad de cada uno, compatible con el máximo de libertad de todos. El segundo, justifica la desigualdad cuando resulte provechosa para todos.

 

Actividad 1

1. ¿Cuál es para ARISTÓTELES la prueba definitiva de que el ser humano es social por naturaleza?
2. ¿Cómo describe HOBBES el estado del ser humano antes del llamado
pacto social?

3. Explica qué limitaciones pone LOCKE al poder del Estado.

4. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentras entre la teoría política de HOBBES y la de LOCKE?

5. ¿Por qué crees que HOBBES y ROUSSEAU tenían concepciones tan
distintas sobre el gobierno del Estado?

6. ¿En qué consiste el neocontractualismo de RAWLS?

 

Texto 1

Así pues, encontramos tres causas principales de riña en la naturaleza del hombre. Primero, competición; segundo, inseguridad; tercero, gloria (...).

Es por ello manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al respeto, están en aquella condición que se llama guerra; y una guerra como de todo hombre contra todo hombre. Pues la guerra no consiste sólo en batallas, o en el acto de luchar; sino en un espacio de tiempo donde la voluntad de disputar en batalla es suficientemente conocida (...). De esta guerra de todo hombre contra todo hombre, es también consecuencia que nada puede ser injusto. Las nociones de bien y mal, justicia e injusticia, no tienen allí lugar. Donde no hay poder común, no hay ley. Donde no hay ley, no hay injusticia (...). Es consecuente también con la misma condición que no haya propiedad, ni dominio, ni distinción entre mío y tuyo; sino sólo aquello que todo hombre pueda tomar.

T. HOBBES: Leviatán, XIII

Responde de acuerdo al texto anterior


¿Por qué el estado de naturaleza es un estado de guerra?

¿Qué consecuencias se desprenden de esta situación?

 

 

Texto 2

Concluyamos que, errante en los bosques, sin industria, sin palabra, sin domicilio, sin guerra y sin vínculos, sin ninguna necesidad de sus semejantes, así como sin deseo alguno de perjudicarlos, quizá incluso sin reconocer nunca a ninguno individualmente, el hombre salvaje, sujeto a pocas pasiones y bastándose a sí mismo, únicamente tenía los sentimientos y las luces propias de tal estado, que sólo sentía sus verdaderas necesidades y no miraba más que aquello que creía interesante de ver, y que su inteligencia no hacía más progresos que su vanidad.

Si, por azar, hacía algún descubrimiento, mal podía comunicarlo puesto que ni conocía a sus hijos. El arte perecía con el inventor; no había ni educación ni progreso, las generaciones se multiplicaban inútilmente, y, al partir cada una del mismo punto, los siglos transcurrían en la completa tosquedad de las primeras edades; la especie ya era vieja y el hombre permanecía siempre niño.


J. J. ROUSSEAU: Discurso sobre la desigualdad entre los hombres

Responde de acuerdo al texto anterior


• Describe los rasgos principales de este supuesto hombre natural postulado por J. J. ROUSSEAU.

 



LA INSTITUCIÓN POLÍTICA


Uno de los requisitos de funcionamiento de toda sociedad es un cierto grado de organización. En efecto, toda sociedad aparece como un entramado de fines o metas comunes para cuya consecución parece indispensable una diferenciación de los participantes en relación al poder, que en el caso de la institución política es sinónimo de autoridad.
Las instituciones de una sociedad están interrelacionadas a pesar de que cada una responda a funciones distintas. Así, las instituciones económicas influyen en las políticas y viceversa.

 

EL CONCEPTO DE ESTADO-INSTITUCIÓN


Las instituciones políticas se encargan de distribuir el poder en la sociedad y constituyen el máximo organismo de control social, el Estado. El sociólogo alemán MAx WEBER (1864-1920) lo definía como "una comunidad humana que reclama con éxito el uso legítimo de la fuerza física dentro de un territorio determinado". Los filósofos de la historia, en el siglo XIX, distinguieron claramente entre Estado o "sociedad política" y "sociedad civil". Consideraron que el Estado es una asociación dentro de una "sociedad territorial" o población vinculada a un territorio o país, que comparte rasgos que la hacen semejante hacia dentro diferenciada hacia afuera.

 

NACIÓN Y ESTADO


El concepto de Estado es diferente al concepto de nación, aunque cabe identificarlos si se habla de nación política. En este sentido, la nación sería la versión política de la idea de pueblo.
La diferencia entre nación y Estado reside en el tipo de relaciones que se pretenden en un caso y en otro. La nación es una comunidad unida por lazos horizontales, como son la lengua, la cultura o un origen étnico común. El Estado, en cambio, es una institución compulsiva, que impone su autoridad sobre la población de un territorio. Para no confundirlas, llamaremos nación cultural a la primera y nación política a la segunda.


Nación cultural


La nación cultural suele definirse como comunidad humana, vinculada un territorio, con claras señas de identidad culturales y psicológicas comunes: una misma lengua, un pasado histórico común y un fuerte sentimiento, al menos por parte de los sectores más dinámicos de la misma, de la posesión de tales características diferenciadoras. Este concepto se mantiene mientras la nación no ha dado el paso a poseer un Estado propio. 

Este concepto de nación se asienta sobre una idea pre política: la idea de grupo étnico o de "pueblo", Cuál sea el elemento más determinante de esa conciencia puede depender de diversas circunstancias, pero, en todo caso, debe ser suficientemente diferenciador, Normalmente, este elemento servirá de base al movimiento nacionalista para alentar la aspiración a que cada nación tenga su propia organización política. Cuando esto se produce, surge el Estado como en consecuencia de esa ideología, y puede tener más arraigo en la población y legar a regular más ámbitos que el Estado nacido de otras circunstancias. La revolución francesa proclamó el "principio de las nacionalidades, que fue recogido también en la carta fundacional de la ONU.

 


Nación política


La nación política no se forma necesariamente sobre una realidad étnica común. Existen Estados que abarcan más de una nación. En el pasado, los grandes imperios Romano y Austrohúngaro comprendían varias naciones sometidas por el poder de las armas.


Hoy siguen existiendo Estados formados por varias nacionalidades, respetando sus características (federales o autonómicos) o haciendo caso omiso de las mismas (unitarios y centralistas). Históricamente, la nación político-estatal nace en la Europa Occidental en la Edad Moderna. Surge como modelo de organización política en el que se quiere compaginar el hacer posible el ejercicio de la autoridad, inicialmente del monarca, con el desarrollo de un fuerte
sentimiento de solidaridad entre la población por encima y más allá de los particularismos étnicos o culturales.

 

 

 

LA SOBERANÍA DEL ESTADO


Una de las prerrogativas características del Estado es la soberanía, entendida como no sometimiento a ninguna otra autoridad. Esta soberanía tiene una vertiente externa y otra interna.
La soberanía "hacia afuera" significa la exclusión de cualquier sometimiento a una potencia o autoridad externa de otro Estado que limite la independencia territorial o la toma de decisiones de sus ciudadanos u órganos de gobierno. La existencia de instituciones como el ejército o las aduanas se justifican en la necesidad de garantizar esta autonomía.

La soberanía "hacia dentro" se concreta en el monopolio de la fuerza en todo su territorio. Cualesquiera que sean sus orígenes, el Estado se reserva el monopolio de la coacción que sólo puede ser ejercida legítimamente en su nombre (policía, ejército, funcionarios de aduanas) o con su permiso, dentro de ciertos límites (policías autónomas, empresas de seguridad).


Cualquier otro ejercicio de fuerza será considerado ilegítimo y el Estado tenderá a eliminarlo (bandas armadas, insurrecciones, defensa civil.) porque, de no lograrlo, fracasará como tal, y puede dar lugar-como es el caso de una revolución- a que la fuerza opositora se haga cargo, con líderes propios, del gobierno del Estado, buscando ser reconocida como legítima detentadora del poder estatal.

Otro asunto es el modo como se establece y legitima el alcance y contenido de esta autoridad. No parece que deba ser la propia institución política quien determine sus poderes y el contenido del derecho.

Muchos consideran que esta función escapa al campo de la política y es asunto de la ética. En todo caso está claro que los criterios deben estar fuera del alcance de la propia institución del Estado y que el ejercicio de esta soberanía debe tener el límite del bien común y del derecho establecido para que no se convierta la autoridad en dominación y el Estado en aparato represor.

 


EL PODER Y SU LEGITIMACIÓN

El poder del Estado supone la existencia de la acción de gobierno. Es decir, que alguien se ocupa de organizar con mandatos y prohibiciones la vida y la convivencia de los ciudadanos, al menos en aquellos aspectos que tienen una repercusión social, que son la mayor parte. A esta autoridad, en las sociedades occidentales, es a la que se llama gobierno.

En la procedencia y legitimidad sobre la que se basa este ejercicio de gobierno, radica la diferencia entre Estado de hecho, en que el poder político no admite límites, y Estado de derecho, en el que el poder político está legitimado por la aceptación de normas explícitas, recogidas en las Constituciones que son expresión de la soberanía popular. Hoy no parece existir otra fuente de legitimidad, al menos permanente. Sin embargo, el filósofo y sociólogo alemán, MAX WEBER (1864-1920), afirma que cabe distinguir al menos "tres tipos puros de dominación legítima": La dominación carismática: la obediencia se justifica en el afecto al señor y sus cualidades sobrenaturales (carisma), facultades mágicas, heroísmo, dotes intelectuales o de oratoria. Los tipos más puros son el profeta, el héroe y el demagogo. El que manda es el "caudillo", quien obedece es el "apóstol". En este caso estarían los gobiernos nacidos de movimientos revolucionarios que dan paso a un orden nuevo.

La dominación tradicional: tienen esta legitimidad los gobiernos basados en la creencia de la santidad de determinadas personas o instituciones, siguiendo leyes o costumbres heredadas. El tipo más puro es la autoridad patriarcal (el "paterfamilias", o el "padre de la patria"). Quien ordena es el señor y los que obedecen son "los súbditos", la administración está constituida por "los servidores". Se obedece a la persona, cuya dignidad queda consagrada por la tradición, mediante la fidelidad.

La dominación legal-racional: en este caso no se obedece a la persona sino a la regla establecida. El principio básico aquí es que cualquier derecho puede crearse y cambiarse mediante una ley correctamente sancionada. Quien ostenta la autoridad lo hace por elección o nombramiento y presta un servicio: es el "superior", cuya autoridad y competencias están establecidas y limitadas por ley. La administración es llevada por "funcionarios", obligados por orden de jerarquía a una obediencia reglamentada. A este tipo de autoridad pertenece la organización del Estado moderno, del municipio y de otras muchas instituciones.

La dominación legal-racional ha de ser considerada la única forma legítima de detentar el poder en nuestra época.

Actividad 2


1. Define los siguientes conceptos: nación - Estado confederación -soberanía - gobierno -estado de derecho - dominación carismática.


2. ¿Qué diferencia hay entre nación cultural y nación política?


3. ¿Qué supone el ejercicio de la soberanía del Estado?


4. Qué diferencia existe entre Estado de hecho y de derecho?

 
5. ¿Qué diferencias existen entre Estado descentralizado y Estado federal en cuanto a soberanía?


6. ¿Qué repercusión tiene para el ciudadano el "monopolio de la
fuerza" por el Estado?

 

Texto 3

Pero aunque los hombres, al entrar en sociedad, renuncian a la igualdad, a la libertad y al poder ejecutivo que tenían en el estado de naturaleza", poniendo todo esto en manos de la sociedad misma para que el poder legislativo disponga de ello según lo requiera el bien de la sociedad, esa renuncia es hecha por cada uno con la exclusiva intención de preservarse a sí mismo y de preservar su libertad y su propiedad de una manera mejor, ya que no puede suponerse que criatura racional alguna cambie su situación con el deseo de ir a peor. Y por eso, el poder de la sociedad o legislatura constituida por ellos no puede suponerse que vaya más allá de lo que pide el bien común, sino que ha de obligarse a asegurar la propiedad de cada uno, protegiéndonos a todos contra aquellas tres deficiencias que mencionábamos más arriba y que hacían del estado de naturaleza una situación insegura y difícil. Y así, quienquiera que ostente el supremo poder legislativo en un Estado, está obligado a gobernar según lo que dicten las leyes establecidas, promulgadas y conocidas del pueblo, y a resolver los pleitos de acuerdo con dichas leyes, y a emplear la fuerza de la comunidad, exclusivamente, para que esas leyes se ejecuten.


J. LOCKE: Segundo tratado sobre el gobierno civil

 

Responde de acuerdo al texto anterior

 

·         ¿A qué renuncian los seres humanos al entrar en sociedad?

 

·         ¿Qué límite tiene la autoridad? ¿A qué ha de atenerse la autoridad en los conflictos entre ciudadanos?


 

 

 Fecha de entrega

Saberes previos y actividad 1 septiembre 17 de 2020

Actividad 2 octubre 8 de 2020

en Asunto, por favor, poner Apellidos, nombre, grupo y el título de la actividad


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