Antropologia fiosofica

ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Pregunta problema:
¿Qué es el hombre? ¿Cómo podrá el humano responder a esta pregunta que se origina al mismo tiempo que él? ¿Cuál será el sentido de nuestra existencia?


Competencias:
  • Comunico adecuadamente mis ideas, emociones y expectativas en forma oral y escrita.
  • Pongo en entredicho creencias y opiniones del sentido común para someterlas al examen filosófico.
  •  Fomento el pensamiento divergente como expresión de libertad



"Qué quimera es pués el hombre, qué novedad, qué monstruo, qué caos, qué sujeto de contradicción, ¡qué prodigio, juez de todas las cosas, imbécil gusano, depositario de la verdad, cloaca de incertidumbre y de error, pero qué gloria y excelencia del universo!, reconozcan pués soberbios, qué paradoja somos nosotros. Humíllence, razón impotente; naturaleza imbécil, sepan que el hombre supera infinitamente al hombre"

Blaise Pascal





Fechas de entrega:
Actividad 1 y 2: Julio 20 de 2020
Actividad 3: agosto 7 de 2020

Nota: En asunto, por favor, escribir grupo, nombre completo y actividad. Ejemplo: 11-20 Tigreros Rios Shirley actividad 1 y 2

La reflexión filosófica acerca del ser humano



Vemos en el ser humano un fenómeno muy notable, si bien en el fondo no es ni más misterioso ni más notable que el resto de cosas que nos rodea, o que la pareja energía-materia manifestada en una sorprendente cantidad de formas. Intentamos comprender este fenómeno del ser humano, es decir, a nosotros mismos, para entendernos mejor a lo largo del camino de nuestra aparición filogenética (del desarrollo del ser humano como especie), con el fin de extraer de ello provecho para nuestra vida cotidiana práctica. En la era atómica hemos alcanzado un punto en el que es importante y esencial que nos contemplemos con seriedad, No para devaluarnos sino para valorarnos de un modo realista. Para no volar como lcaro con alas de cera hacia las alturas del cielo y luego, a consecuencia del calor de la realidad. Caer y, en lugar del esperado "cada vez más", obtener un cada vez menos' o una hada' muy reales.
H. HASS: Del pez al hombre

Todas las culturas, en cualquier época que las consideremos, se han preguntado y tienen alguna opinión formada del ser humano. Predomine en ellas la religión, la filosofía o la ciencia, en todas se ha planteado la pregunta del ser humano sobre sí mismo. Dado que éste es el creador de la cultura, parece razonable que no podría dejar de atribuirse cierto protagonismo en relación con los demás seres.

Recordaremos brevemente lo que sobre este ser tan extraño para sí mismo han dicho las tradiciones religiosas occidentales, y nos detendremos más en las aportaciones de la filosofía y de la ciencia.

Si bien es claro que el ser humano se ha distanciado palpablemente del resto de los seres adueñándose del planeta, este hecho no ha servido para hacer llegar a toda la humanidad a un estadio de mejores condiciones de vida y de dignidad. La situación de gran parte de la humanidad sigue siendo penosa e indigna, consecuencia, con frecuencia, de la desconsideración y abuso de otros humanos.

En este sentido planteamos el tema de la dignidad humana y de la existencia de la libertad como base de su responsabilidad.


Saberes previos

  • Expresa tu nivel de acuerdo o desacuerdo con la afirmación: "el ser humano tiene cuerpo y alma"
  • Enuncia algunos procesos filosóficos corporales y otros que consideres mentales. Explica qué relaciones encuentras entre ambos.
  • ¿Qué entiendes por el término conciencia?
  •  A la hora de identificar nuestro propio modo de ser, decimos que no somos cosas, tampoco animales, sino que somos personas. ¿Qué significa para ti este término
  •  Para reivindicar nuestra capacidad de decisión, afirmamos que somos libres. ¿Qué entiendes por libertad? 


Diversos planteamientos en torno
a la estructura del ser humano

La complejidad que ofrece el ser humano en su constitución y funcionamiento ha sido analizada en todas las tradiciones religiosas, en las filosóficas y en las científicas.
Todas las épocas, por antiguas que sean, cuentan con una determinada manera de entender al ser humano. Podemos afirmar que ya en tiempos prehistóricos, el ser humano adquiere conciencia de su complejidad en relación con las semejanzas y diferencias que observa respecto a los demás seres. Esta tradición de preguntarse por sí mismo la recogen los mitos y las religiones, y la replantean la filosofía y la ciencia. 

El ser humano
en las religiones: cuerpo y alma

Posiblemente la experiencia de la muerte y la posibilidad de expresar mediante el lenguaje, el sentimiento de pérdida y desamparo
que ésta produce, fue el factor desencadenante de la creencia de algún tipo de supervivencia más allá de la muerte.

Así, los seres humanos fueron construyendo explicaciones mítico-religiosas que tendían a identificar en el ser humano dos elementos constitutivos, más o menos diferenciados y con algún tipo de interacción: un cuerpo material pasivo, que acabaría identificándose con el cadáver y, por tanto, mortal; y un alma más sutil, activa, que, como aire o aliento, envuelve al cuerpo dándole vida.

El alma, tras la muerte, sobreviviría al cuerpo adoptando un modo de vida desconocido, pero para el que debían necesitar también alguna ayuda. Esta distinción cuerpo-alma servía para explicar la experiencia de la conciencia al tiempo que esta experiencia hacía también
verosímil tal diferencia entre alma y cuerpo.

El judaísmo y el cristianismo en su explicación del ser humano parten del concepto de "creación". El hombre es criatura de Dios, como el resto del Universo. Pero reviste la particularidad de que él ha sido hecho a "imagen y semejanza" de Dios y puesto como "rey de la creación". Esto explica su manifiesta superioridad sobre las demás criaturas.
De este modo, estas religiones afirman que el ser humano está constituido por dos elementos: uno material-terreno, la carne-cuerpo; y otro espiritual divino, el espíritu-alma. Ahora bien, el aliento de vida, o alma, es el que acaba configurando al ser vivo humano, el que designa la totalidad de su ser. Sólo a partir del judaísmo tardío se fueron abriendo paso tendencias claramente dualistas que afirmaban la preexistencia e inmortalidad del alma frente a la caducidad y mortalidad del cuerpo. Esta doctrina repercutió en las comunidades cristianas que se inclinaron abiertamente por la dualidad cuerpo/alma afirmando la inmortalidad del alma y la posibilidad de resurrección del cuerpo al final del mundo.

La cuestión humana
en la filosofía: las sustancias

Circunscribiéndonos a nuestra cultura occidental, la filosofía griega comenzó concibiendo al hombre como un ser racional, como un ser que posee "logos" (que en griego significa a la vez razón y palabra); es decir, un ser que tiene la capacidad de pensar y decir lo que son los seres.

El cuerpo pasa a concebirse como una entidad o substancia que realiza las actividades nutritivas: desarrollo y reproducción del ser viviente, y el alma se concibe como otra entidad o substancia que realiza la actividad consciente: los procesos de conocimiento. Además, como el alma es el motor del cuerpo, principio de vida por cuya virtud el ser viviente vive y conoce, se afirma su superioridad con respecto al cuerpo al que, de algún modo, tiene que sobrevivir.

A lo largo de la historia, algunos filósofos entenderán que se trata de dos tipos de realidad distintos, son dualistas. Por el contrario, otros filósofos entenderán que se trata de una única realidad, sea materia sea espíritu, que, en su desarrollo, cuenta con funciones distintas-corporales y psíquicas- son monistas.

Explicaciones dualistas

Los filósofos dualistas coinciden en afirmar que el ser humano es un compuesto, resultado de la unión de dos substancias que cuentan con identidad y funciones propias. Como modelos de planteamientos dualistas vamos a analizar el de PLATÓN, en la filosofía clásica griega, y el de DESCARTES, en la filosofía moderna europea.


PLATÓN: materia y espíritu



PLATON comienza por establecer la existencia de dos realidades radicalmente distintas: un mundo sensible, que se halla sometido al cambio, y un mundo inteligible, de esencias inmutables, y entiende que la filosofía es el camino que conduce al auténtico conocimiento de la verdadera realidad.
Como el ser humano tiene que ser capaz de acceder por igual a ambos mundos, tiene que estar constituido por un elemento material que le permita sentir y por un elemento espiritual que le permita entender. El ser humano, pues, es un compuesto formado por un cuerpo mudable y corruptible y por un alma inmutable e incorruptible que, como realidades separables que son, están unidas tan sólo accidentalmente una vez que el Destino así lo dispuso y durante el tiempo que lo desee.

El alma preexiste al cuerpo y su origen está en el mundo eterno de la verdadera realidad; por tanto, posee el verdadero conocimiento, de tal modo que, cuando constituye el ser humano, dirige al cuerpo y, tras la corrupción de éste, le sobrevive retornando a su lugar de origen. Si el alma ha dirigido rectamente al cuerpo, será feliz junto a los dioses, y si no lo ha dirigido rectamente, vagará atormentada en sucesivas reencarnaciones.

Actividad 1

Texto 1
El hombre debería saber que del cerebro, y no de otro lugar, vienen las alegrías, o bien los placeres, la risa y la broma y también las tristezas, la aflicción, el abatimiento y los lamentos. Y con el mismo órgano, de una manera especial, adquirimos el juicio y el saber, la vista y el oído y sabemos lo que está bien y lo que está mal, lo que es trampa y lo que es justo, lo que es dulce y lo que es insípido; algunas de estas cosas las percibimos por costumbre, y otras por utilidad (...).

Y a través del mismo órgano nos volvemos locos y deliramos, y el miedo y los terrores nos
asaltan, algunos de noche y otros de día, así como los sueños y los delirios indeseables, las
preocupaciones que no tienen razón de ser, la ignorancia de las circunstancias presentes, el desasosiego y la torpeza. Todas estas cosas las sufrimos desde el cerebro.

HIPÓCRATES: Sobre la enfermedad sagrada, en C.V.M. SMITH: El cerebro

1. ¿Qué importancia da HIPÓCRATES al cerebro? ¿Qué funciones le atribuye?

2. ¿Cómo clasificarías por grupos las funciones anteriores?

Texto 2
SOCRATES: LOS que la dicen (la verdad) son cuantos sacerdotes y sacerdotisas se preocupan de ser capaces de dar explicación del objeto de su ministerio, Pero también lo dice Pindaro y otros muchos de entre los poetas, cuantos son divinos. En cuanto a lo que dicen, es lo siguiente, y fíjate en si te parece que dicen la verdad. Pues afirman que el alma del hombre es inmortal, y que unas veces termina de vivir (a lo que llaman morir), y otras vuelve a existir, pero que jamás perece; y que por eso es necesario vivir con la máxima santidad (...).

porque aquellos que a Proserpina hayan pagado el precio de su antiguo pecado, al sol de arriba a los nueve años devuelve de nuevo las almas de ellos, de las que reyes ilustres y desbordantes de fuerza y en sabiduría los más grandes hombres saldrán; y para el tiempo restante, héroes santos los llaman los hombres.

PLATÓN: Menón

1. ¿Qué conocimientos de la doctrina sobre el alma de PLATÓN puedes extraer
de este texto?


R. DESCARTES: substancias diferentes

Tomando como punto de partida el problema del conocimiento, DESCARTES construye una descripción dualista del ser humano. Este expresa claramente sus conocimientos mediante la actividad del pensamiento; por tanto, puede establecer como primera verdad evidente que en tanto que piensa, existe. Luego, el fundamento de todo conocimiento es la proposición: pienso, luego existo. La esencia del ser humano, pues, es el pensamiento; el humano es una substancia pensante espiritual, es una res cogitans, afirma DESCARTES.

Ahora bien, si procedemos deductivamente, llegaremos a la conclusión de que existen otras dos substancias: la substancia infinita, Dios, que existe por sí misma y no puede proceder del sujeto pensante, que es finito, y la substancia material o cuerpo, también llama-
da res extensa. Tenemos así las llamadas tres substancias cartesianas. Pero el
sujeto humano queda configurado por el pensamiento-alma y por la
extensión-cuerpo, substancias de suyo irreductibles que, incluso, pueden darse por separado, ya que el pensamiento no necesita del cuerpo para existir, ni éste de aquél, aunque en el ser humano interactúan en una extraña concurrencia.
Este planteamiento cartesiano de las relaciones mente-cuerpo el inicio de la psicología moderna. DESCARTES, desde su perspectiva científica, insistió en su planteamiento dualista con el fin de salvaguardar la autonomía del alma frente al mecanicismo de la ciencia moderna.
Mientras que los cuerpos se mueven por el principio de la conservación y de inercia y, por tanto, sus leyes son matemáticas y determinadas, el alma, con su pensamiento y valores espirituales, se mueve por la libertad y, por tanto, sus leyes son autónomas e indeterminadas. La física y la ética tienen, pues, planteamientos y fundamentos distintos.

El dualismo cartesiano
Para explicar la relación entre cuerpo-mente Descartes recurre a la doctrina, extendida en su época, de los "espíritus animales": partículas extraordinariamente pequeñas y sutiles que pasan información desde el cerebro a los músculos a través de la sangre y los nervios. Pero el centro de conexión entre la mente y el cuerpo es, según Descartes, la glándula pineal, donde los "espíritus animales" son movidos por la mente.

De esta manera, la posición cartesiana fue la de un dualismo interaccionista, pero su solución no es satisfactoria ya que se limita a afirmar sin prueba alguna que, en una determinada parte del cerebro (la glándula pineal), se efectúa la interacción entre mente (inmaterial) y cuerpo, lo cual sólo es válido para el cuerpo humano.

Explicaciones monistas

Al contrario que los anteriores planteamientos dualistas, los planteamientos monistas coinciden en afirmar que el ser humano es un todo unitario, una única realidad, material o espiritual, que se despliega en su desarrollo en dos dimensiones corporales y psíquicas.

El monismo materialista

Ya en la Antigüedad griega, DEMOCRITO (460-370 a.C.) sostenía que toda realidad-incluyendo el alma humana- es un compuesto material fruto de una agregación de átomos. Por eso, el ser humano -cuerpo y alma- es puramente materia, átomos que se unen y se separan de modo fortuito. No cabe hablar, pues, de inmortalidad del alma.

El materialismo de DEMÓCRITO tuvo continuidad en filósofos como EPICURO o LUCRECIO en la época antigua, pero es a partir del siglo XVIII cuando reaparece con fuerza, y alcanza su mayor vitalidad en los siglos XIX y XX. Entre los filósofos materialistas del siglo XVIII podemos destacar al barón D'HOLBACH, HELVETIUS, DIDEROT y, especialmente, a LA METTRIE.
Este último, en su obra El hombre máquina, extiende el mecanicismo cartesiano al ser humano. Para LA METTRIE, el alma no es más que una parte material del cuerpo que se identifica con el cerebro, y los estados psíquicos o mentales pueden reducirse a estados corporales. Somos, pues, máquinas, eso sí, muy complejas, que no necesitan de ninguna dirección externa (alma) para realizar todas sus funciones. El materialismo mecanicista de LA METTRIE fue sustituido en el siglo XIX por un materialismo evolucionista más acorde con las ideas predominantes de la época. Destacan en esta línea DARWIN y MARX.

El monismo espiritualista

La concepción monista espiritualista del ser humano es completamente opuesta al monismo materialista. Según los espiritualistas o idealistas, todo lo real es mental. No existe propiamente lo que llamamos materia, que pasa a constituir una "propiedad" de la mente.

Así, el ser humano es concebido como una mente que se percibe a sí misma y a los seres. Pero estos seres, incluido el propio cuerpo, no tienen más entidad que el ser una percepción de la mente. En palabras del filósofo G. BERKELEY, "esse est percipi", es decir, la realidad consiste en percibir (la mente) o ser percibido (por una mente).

No tiene sentido, pues, hablar de la existencia del cuerpo o materia como algo independiente del espíritu o la mente, puesto que todo lo que podemos afirmar de la realidad material lo hacemos en virtud de nuestra percepción de dicha realidad. Las tesis idealistas de BERKELEY tendrán continuidad en el siglo XIX de la mano de HEGEL y FICHTE.

El monismo intermedio

A caballo entre el materialismo y el idealismo, el filósofo holandés B. SPINOZA (1632-1677) propone una solución neutral.

Para SPINOZA, el ser humano es una sola cosa, el cuerpo y la mente pertenecen al mismo único orden. Es verdad que el ser humano consta de mente y de cuerpo, y que la mente humana está unida al cuerpo; sin embargo, el cuerpo humano es el ser humano considerado como un modo del atributo de la extensión y la mente humana es el ser humano considerado como un modo del atributo del pensamiento.

Cuerpo y mente son, pues, dos aspectos de una misma cosa y, por tanto, ya no hay por qué plantear el problema de su interacción.

Actividad 2


Texto 3
Y al advertir que esta verdad -pienso, luego soy- era tan firme y segura que las suposiciones mas extravagantes de los escépticos no eran capaces de conmoverla, juzgué que podría aceptarla sin escrúpulos como el primer principio de la filosofía que buscaba.
Al examinar después atentamente lo que yo era y ver que podía fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en el que no me encontrase, pero que no podía fingir por ello que yo no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las otras cosas, se seguía muy cierta y evidentemente que yo era, mientras que, con sólo dejar de pensar, aunque todo lo demás que hubiese imaginado hubiera sido verdad, no tenía ya razón alguna para creer que yo fuese; conocí por ella que yo era una substancia cuya total esencia o naturaleza es pensar, y que no necesita para ser de lugar alguno ni depender de ninguna cosa material. De manera que este yo, es decir, el alma por la cual soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta es más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es.
R. DESCARTES: Discurso del método

1. Según DESCARTES, qué podemos conocer con mayor seguridad, el cuerpo o el alma? ¿Qué opinas?

2. Explica las relaciones que establece DESCARTES entre el alma y el cuerpo.

Texto 4
4 El alma y el cuerpo son una sola y misma cosa que se concibe, ya bajo el atributo del pensamiento, ya bajo el de la extensión, de donde resulta que el orden o concatenación de las cosas es uno solo, ya se conciba la naturaleza bajo tal atributo, ya bajo tal otro. y, por consiguiente, que el orden de las acciones y pasiones de nuestro cuerpo se corresponde por naturaleza con el orden de las acciones y pasiones del alma (...).

¿Acaso la experiencia no enseña también (...) que si el cuerpo está inerte, el alma es al mismo tiempo inepta para pensar? Pues cuando el cuerpo reposa durante el sueño, el alma permanece también adormecida, y no tiene el poder de pensar, como en vigilia.
B. SPINOZA: Ética, II, prop. 2

1. ¿Cómo se pone de manifiesto en el texto el monismo de SPINOZA?


2. ¿Estás de acuerdo con la afirmación de  SPINOZA según la cual "cuando el cuerpo reposa durante el sueño, el alma no tiene el poder de pensar"? ¿Por qué? Expón tu propia opinión.


El ser humano en la ciencia: el problema mente-cerebro


La ciencia moderna considera al ser humano producto de la evolución.   Entiende que este proceso evolutivo que conduce desde el homínido hasta el ser humano racional está directamente relacionado con el conocimiento del cerebro. La discusión hoy se polariza en torno a un monismo reduccionista que reduce los fenómenos psíquicos a procesos cerebrales, y quienes se muestran defensores de la singularidad de los procesos psíquicos, como el emergentismo o el nuevo dualismo.

El materialismo reduccionista

Esta teoría defiende la identidad mente-cerebro, Todos los llamados fenómenos psíquicos o mentales pueden reducirse a fenómenos físicos o fisiológicos. Luego eso que denominamos mente no es otra cosa que el conjunto de procesos neuronales que tienen lugar en el cerebro.

El estudio de lo mental debe, en consecuencia, ser abordado desde una perspectiva científica, basada en la observación y estudio del cerebro humano Este es el objetivo de la moderna neurociencia.
En una línea similar al reduccionismo se pronuncia el funcionalismo psicológico, al considerar que la mente consiste en una serie de estados funcionales dependientes de su base material.
Sin embargo, a diferencia de otros materialistas, los funcionalistas -entre los que destacan H. PUTNAM y J. FODOR- afirman la posibilidad de la existencia de inteligencia artificial.

Puesto que la mente no es otra cosa que el funcionamiento de un sistema físico, poco importa el sustrato material de dicho sistema, No existe, pues, ninguna diferencia cualitativa entre una "mente" o cerebro humano y la "mente" de un ordenador u otra máquina inteligente.

El emergentismo

En discrepancia con los planteamientos anteriores aparece la tesis del emergentismo de la mano del filosofo J. SEARLE (1932). En su obra Mentes, cerebros y ciencia (1984), SEARLE defiende que mente y cerebro interactúan, pero son completamente distintos. Los fenómenos mentales son resultado de determinados rasgos o procesos del cerebro, pero no se confunden con él, sino que son una propiedad emergente del cerebro.

Para entender mejor este concepto, consideremos el ejemplo siguiente: la solidez es una propiedad del libro que estamos leyendo, pero no puede sin más confundirse con el libro. Por mucho que examinemos físicamente las partículas que forman dicho objeto, no llegaremos a descubrir dicha propiedad. Por otro lado, resulta evidente que no puede existir la propiedad de la solidez sin el libro Usando la terminología de SEARLE, diríamos que la solidez es una propiedad emergente de la materia (el libro) que se manifiesta como un rasgo macroscópico o superficial.
Análogamente, la mente, los estados de conciencia (pensar, imaginar, odiar, etc.) son rangos macroscópicos que, aunque producidos por determinados procesos físicos a nivel molecular (microscópico) no pueden identificarse con ellos, sino que deben ser estudiados independientemente por su carácter intencional y subjetivo.

El nuevo dualismo

En un momento de la evolución del cerebro humano apareció el pensamiento, es decir, una mente consciente comenzó a hacerse cargo del comportamiento humano. Este hecho ha marcado la diferencia radical existente entre el ser humano y el resto de los animales.
K. POPPER (1902-1994) entiende que la mente consciente, como depositaria de las experiencias subjetivas, es capaz de originar abstracciones autónomas aplicables, con posterioridad, al mundo exterior, dado lo cual, el mundo subjetivo mental sería independiente del mundo objetivo material.

La mente, en cuanto totalidad de las sensaciones y pensamientos de una persona, tiene conciencia porque sabe que sabe, porque se conoce a si misma; y es consciente porque sabe que actúa, porque se conoce a sí misma como algo que puede actuar sobre las cosas.
Por tanto, del mismo modo que la ciencia neurofisiológica estudia el cerebro y su funcionamiento cuando precisa la información que le llega a través de los sentidos, la ciencia psicológica estudia la mente y el surgir de la conciencia cuando analiza la información registrada en el cerebro, ligada a la elaboración de conductas inteligentes.
En definitiva, el problema de las relaciones entre el cerebro y la mente, especialmente por lo que respecta al nexo existente entre las estructuras y procesos cerebrales por un lado, y las disposiciones y acontecimientos mentales por otro, es muy improbable que pueda
resolverse algún día en el sentido de que pueda llegarse realmente a comprender dicha relación, al menos en los términos en los que en la actualidad se plantea el problema. Tal vez, la solución pueda alcanzarse cuando la ciencia neurofisiológica haya avanzado lo suficiente a través de experimentos mentales.



Actividad 3




Texto 5
En cuarto lugar, el problema de la causación mental es, para nuestros presentes propósitos, explicar cómo los eventos mentales pueden causar eventos físicos. ¿Cómo, por ejemplo, puede algo tan 'carente de peso' y tan 'etéreo' como el pensamiento dar lugar a una acción?

La respuesta es que los pensamientos ni carecen de peso ni son etéreos. Cuando se tiene un pensamiento, se está desarrollando actividad cerebral, La actividad cerebral causa movimientos corporales por medio de los procesos fisiológicos. Ahora bien, puesto que los estados mentales son rasgos del cerebro, tienen dos niveles de descripción: un nivel superior en términos mentales y un nivel inferior en términos fisiológicos. Los mismos poderes causales del sistema pueden ser descritos a cualquiera de los dos niveles.


J. SEARLE: Mentes, cerebros y ciencia


Responde la pregunta 1 de acuerdo al texto

1. Explica cómo el pensamiento produce eventos físicos, según el autor.

Comprensión lectora

2. diferencia los siguientes conceptos: cuerpo-materia, cerebro-alma, espíritu-mente.

3. Relaciona y diferencia los planteamientos dualistas de PLATÓN y de DESCARTES.

4. ¿Cuál es el principal problema que se le plantea al dualismo cartesiano?

5. ¿Qué semejanzas y qué diferencias existen entre los materialismos reduccionista y emergentista?

6. ¿En qué consiste el dualismo de POPPER?


Bibliografía
Echano Basaldúa y otros, Paradigma 1, Filosofía, editorial Vicens Vives, España 2005




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